UNA CHARCA LLENA DE VIDA
La muestra paleontológica del yacimiento Mioceno de Casa Montero, obtenida tras el lavado de 20 toneladas de sedimento y el procesado de los bloques, ha permitido recuperar casi 20.000 restos, de los que hasta el momento han sido identificados unos 8.700. El conjunto micropaleontológico, cuyo estudio ha sido realizado por Pablo Peláez-Campomanes de Labra, incluye restos de cuatro grupos principales: mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Los mamíferos representan el 97% del material identificado.
Desde el punto de vista tafonómico, los depósitos fosilíferos de Casa Montero pueden ser considerados como un yacimiento de preservación excepcional, en el que se ha conservado una asociación de fósiles de microvertebrados única en localidades del Mioceno Medio continental.
Los restos fósiles están repartidos por todo el nivel fosilífero, destacando zonas de acumulación excepcional. En estas áreas de mayor riqueza se encuentran restos asociados de un mismo individuo, en ocasiones en conexión anatómica, así como acumulaciones de varios individuos de diferentes especies. La proporción de restos craneales (mandíbulas, maxilares y dientes yugales aislados) es significativamente más abundante y tiene mejor conservación que los restos esqueléticos postcraneales. Este tipo de acumulaciones implicaría que no tuvo lugar un transporte importante del material previo a su enterramiento.
La gran mayoría de los restos presenta una deformación notable consistente en el aplastamiento de todas las partes esqueléticas que, en muchos casos, no implica rotura de los huesos. Esta deformación podría explicarse por una desmineralización de los restos óseos y una compresión posterior al enterramiento. En el caso de los restos dentales esta compresión ha producido abundantes fracturas debido a la rigidez del esmalte.
Por último, cabe destacar la existencia de marcas producidas por incisivos de roedores y/o lagomorfos en alguno de los restos esqueléticos. Esas marcas indican que el material había sido roído antes de su enterramiento y que, por tanto, hubo un periodo de exposición subaérea.